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UNIMINUTO – DEPARTAMENTO DE FILOSOFÍA
RICARDO VILLALOBOS

JOHNATAN PARRA  

 JUAN CAMILO DÍAZ
EDUCACIÓN, HOMBRE Y SOCIEDAD – SIMÓN DUMETT
IMAGINARIOS DE NACIÓN Y ETNOEDUCACIÓN

LA ETNOEDUCACIÓN, UNA VIVENCIA Y ESPERANZA PARA EL PUEBLO INDÍGENA KOGUI

“El gobierno nacional prestara especial atención al desarrollo y consolidación de los derechos de los pueblos indígenas y las comunidades negras. En este contexto, se garantizara su participación en la vida nacional, respetando sus particularidades y propias y formas organizativas. Las estrategias nacionales para el desarrollo de los pueblos indígenas y las comunidades negras involucran programas de desarrollo humanos sostenible, legalización de tierras y territorios y vinculación a los grandes proyectos de desarrollo social económico” (Presidencia De La Republica, Departamento Nacional De Planeación. El Salto Social. Bases Para El Plan Nacional De Desarrollo. 1994- 1998. Bogotá)

 

 

Cuando hablamos de etnoeducación en Colombia, nos referimos a un proceso de enseñanza de valores étnicos y hacia la etnicidad de la nación. Primero que todo, hay que tener en cuenta las raíces de nuestro mestizaje en Colombia: africanas, hispanas e indígenas. La historia del mestizaje colombiano, nace y surge de la época colonial española que, dentro de su comercio de esclavos negros, desembarcan en las costas colombianas. Luego de un proceso de colonización y relaciones entre esclavos (negros), españoles e indígenas, los compromisos interpersonales van generando sentimientos y empatía entre los mismos. De ese modo, llegan los frutos de aquellas relaciones: el mestizaje.

Pero, para no apartarnos del concepto y línea de etnoeducación, es importante tener en cuenta que la atención a los grupos étnicos es muy diferente a nuestro concepto como política para la diversidad: etnoeducación. A medida que se iba avanzando en el proceso de independencia colombiana, la Iglesia Católica iba tomando el dominio de todas las escuelas y planteles educativos de la nación, enseñando, sencillamente, el castellano como lengua oficial, la superioridad del “blanco” con el fin de civilizar e integrar.

Del mismo modo, cuando se habla de indígenas, hacemos referencia al pueblo de los Kogui, un asentamiento indígena de casi más de quinientos años de estadía en la Sierra Nevada de Santa Marta, llamada por ellos: el corazón del mundo. Este grupo étnico se ha caracterizado por mantener vivas sus costumbres ancestrales. De manera que, esta tribu indígena ha sufrido grandes rupturas entre sus pensamientos y creencias frente a las cristianas; muchas veces el mundo cristiano ha intentado quitarles parte de su sincretismo (como lo mencionábamos en el párrafo anterior) cuando, por el contrario, las políticas de la tribu son claras: mantener un equilibrio entre la “Gran Madre” (Haba) y el hombre, equilibrio entre las relaciones con sus dioses y quienes atentan contra la Gran Madre y la Sierra Nevada que tiene apariencia humana.

La educación entre la tribu se ha caracterizado por sostener y mantener las costumbres ancestrales, según la transmisión oral –en un principio–; también, de mantener viva la lengua Kogui, sus rituales y estilos de vida. La educación se ha caracterizado, en síntesis, por ser de tipo oral.

En ese orden de ideas, vamos llegando al centro de este trabajo: La Etnoeducación como una vivencia y esperanza para el pueblo indígena Kogui. Para iniciar este siguiente apartado, es necesario hacer una aclaración de conceptos que hemos venido dando, a saber: Educación, Nación, Democracia, y Etnoeducación los cuales nos permiten entender de manera concreta el por qué se debe reconocer este nuevo modelo de educación.  

Como principio, cabe resaltar una gran preocupación en la educación en cuanto a lo que se enseña y cómo se enseña porque no se puede seguir viviendo bajo la perspectiva utilitarista de la educación como fábrica productora de máquinas de seres que no piensan por sí mismos. De igual manera, podríamos indicar, que en la educación para la sociedad, se debe garantizar todo medio de construcción individual y colectiva para la participación y vivencia democrática en la Nación.

 

Por otro lado, el Estado, bajo sus políticas, se encarga de garantiza, y de  incorporar todas las poblaciones indígenas y afrodecendientes, lo cual permite garantizar la participación dentro de los ideales de nación. Así mismo se evidencia que la educación que el estado brinda se ha acercado a las poblaciones nativas ejemplo de ello es la población  de los Kogui los cuales se hacen partícipe de estos ideales , hay que decir que esta tribu, muy singular, ha apropiado este modelo educativo con el fin de garantizar que sus tradiciones se conserven; cabe decir que esas tradiciones que venían enseñándose de tipo oral, con la educación en la escritura se ha podido establecer y concretizar estos valores y costumbres. Así, la educación dentro de la tribu Kogui, se da de manera oral pero obviamente ya tiene su legado en papel.

A modo de conclusión, cabe afirmar que en esto consiste la etnoeducación: primordialmente, conservar la tradición; en vivir democráticamente que sería para ellos estar en igualdad y equidad; en un reconocimiento que logre tomar en cuenta, por parte del estado, a un plan estatal y democrático sin perder sus raíces y fundamentos, sino hacerlos más sólidos. Es decir, que toda educación estatal que se les ofrezca y proporcione, este destinada al mejoramiento de su etnia.

En síntesis, la etnoeducación garantiza que se pueda pensar, avanzar y ser parte de un ideal de educación, pero no cualquier ideal, es decir, no para ser engranajes del materialismo, sino una educación que permita revelar las mejores cualidades que tiene el hombre ante el mundo que rodea, es decir pensarse en un equilibrio de igualdad y equidad.

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